jueves, 9 de abril de 2009

DON TOMAS BERRETA, DE TROPERO A PRESIDENTE

PROCLAMACIÓN DE LA FÓRMULA BERRETA- BATLLE BERRES

Postulaba un historiador latino que la valía de un hombre se aquilata luego de su muerte, es decir, al momento en que, traspuesto el umbral postrero, se pasa raya y se carga la balanza del juicio con sus logros y sus debes. Pues lo importante, como afirmaba Malraux, no es lo que un hombre encuentra al momento de nacer, sino lo que cada quien agrega a lo que encuentra. Sin importar los oropeles siempre vacuos de una cuna pretendidamente ilustre.

Pues bien. El dos de agosto de mil novecientos cuarenta y siete, a cinco meses de haber asumido la Presidencia de la República, desaparecía físicamente don Tomas Berreta .

Los uruguayos de su tiempo, así como los actuales, hemos pasado raya y mayoritariamente declarado que aquel hombre nacido en cuna humilde fue un gran hombre y un gran ciudadano que mucho, y muy bueno, agregó a lo ya encontrado.

Alguien que frecuentó su intimidad amistosa, que le rindió, además el homenaje de su admiración desde las páginas de un libro exquisito – de esos que habrá, algún día, que trasegar a la desmemoria – el profesor Daniel Vidart, escribió respecto al momento dramático de su muerte: ´´El pueblo Uruguayo se sintió frustrado, se sintió burlado por la historia ante la pérdida de un conductor salido de su propia entraña. Pocas veces había sido alumbrada la esperanza colectiva por una tan unánime e intensa promesa de pública felicidad. Aquella palpable, aquella colectiva esperanza había sido promovida por la obra de un político que jamás consintió en ser un promesero y estaba avalada por la estatura de un estadista corroborado por sus realizaciones. Tales realizaciones eran ajenas a los afeites de la oratoria y al almíbar de los discursos, esos salvavidas verbales utilizados por quienes no se le animan a los hechos y no hacen pies a las islas de la realidad cotidiana y al cabo naufragan en las aguas turbias de los manifiestos incumplidos’’.


Tomás Berreta había nacido el dos de noviembre de mil ochocientos setenta y cinco en Peñarol Viejo, en un predio rural cerca de Colón, siendo sus padres Juan Berreta y Rosa Gandolfo . Admirador y discípulo de Batlle, su devenir vital se convertiría, asimismo, en una metáfora perfecta de aquél Uruguay igualitario y de fuerte impronta social construido al calor de las ideas de su maestro, y en cuyo seno, con esfuerzo, se encontraba abierta la puerta del ascenso social.


Agricultor y tropero a muy corta edad, creció consustanciado con los agrosistemas muy pocos humanizados del Uruguay de finales del siglo XIX. Accedió, por tanto, a la hombredad, familiarizado con el andar lento pero sin pausa del trajinar campesino, que encadenado al azar de los elementos y al lerdo transcurrir de las estaciones, predispone a las personas al espíritu paciente, al trabajo ordenado, a la espera silenciosa.


Por ello, pudo proclamar con autoridad: ´´ Arando hondo y extirpando la maleza se pueden obtener muy buenos resultados ´´.


Fue más tarde, promovido a la función pública, primero como escribiente de policía, luego comisario, empleado de la Dirección de Abasto, Oficial de Guardias Nacionales, Inspector de Impuestos Internos, Administrador de rentas y Jefe de Correos. En 1913, es designado Jefe Político y de Policía de Canelones y tres años más tarde Intendente Municipal, de acuerdo a la ley de Intendencias aprobada bajo el gobierno de Claudio Williman .


En 1919 es elegido Concejal Departamental - vigente ya la constitución de 1918-, más tarde Diputado y luego miembro del Consejo Nacional de Administración. A la salida de la dictadura de Terra, es delegado Batllista en el consejo de Estado creado tras el “golpe bueno” dado por Baldomir, y en las elecciones de 1942, que llevaron a la presidencia al Dr. Juan José de Amezaga, es electo Senador. Durante la administración de éste, se desempeña como Ministro de Obras Públicas, y finalmente en noviembre de 1946, es ungido por la ciudadanía Presidente de la República, en la fórmula que congregaba a todo el Batllismo junto a Luis Batlle Berres. Un verdadero “cursus honorem”.


¡El niño quintero había llegado a primer mandatario !.


Cuando el año 2002, un obrero metalúrgico, nacido en el nordeste de las “hambrunas y los retirantes” mentado por Guimares Rosa, devenido luego dirigente sindical en la mega urbe paulista llega a presidente del Brasil, muchos atolondrados lo festejaron como un hecho inédito en América. ¡ Qué ejemplo nos daban nuestros vecinos del norte! . Olvidaban que Uruguay, casi medio siglo antes, tuvo a don Tomás...


Una última referencia, para dar cuenta de su temple moral.


En el verano del 47, antes de asumir la primera magistratura, viajaba a los EEUU. “Va al gran país del norte para conocer la situación del Uruguay en el centro internacional mas importante – escribía el profesor Carlos Cigliuti - pero antes de conversar con dirigentes y autoridades ya previene a los periodistas: ´´ no vengo a buscar préstamos, sino herramientas de trabajo ´´ ; no va allá a buscar dólares, sino arados “ .


Con la salud menguada por una cruel enfermedad, visita al presidente norteamericano Truman, “ … y le pide una pequeña compensación – recordaba hace años el ingeniero batllista Esteban Campal – por el esfuerzo que había realizado el Uruguay exportando a los aliados (durante la 2ª. Guerra Mundial ) todo lo que poseía. Le pidió tractores y los tractores llegaron. Era lo que necesitaban los agricultores uruguayos, cuyo potencial productivo se encontraba comprimido por la falta de medios mecánicos. Era lo que necesitaban los ganaderos para movilizar la fertilidad dormida de sus praderas. En 1954 – lo demostramos en una Conferencia de la FAO – el Uruguay pasó a ocupar en el mundo el 3er lugar en mecanización agrícola. Habíamos ganado la batalla por el ´´ FIAT PANIS ´´ que reclamaba la FAO y nuestro País paso a ocupar un lugar de privilegio entre las naciones de mundo´´ .


Don Tomás, ejemplo de abnegación de quién antepuso el servicio público al bienestar personal, fue el exponente de un país ya ido, y figura consular de un partido político que deberá releer su historia si es que pretende recuperar su identidad perdida.


(publicado en agosto de 2008 en "Correo de los viernes")



2 comentarios:

  1. En junio de 1947, viaja con su elenco Ministerial y Directores de Entes Auto´nomos a PUNTA BALLENA, donde inaugura y firma junto a inversores y la familia Lussich el documento hoy se guarda dentro de la Piedra Fundamental - Se forma así fantástica zona de turismo.-

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  2. En junio de 1947, viaja con su elenco Ministerial y Directores de Entes Auto´nomos a PUNTA BALLENA, donde inaugura y firma junto a inversores y la familia Lussich el documento hoy se guarda dentro de la Piedra Fundamental - Se forma así fantástica zona de turismo.-

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