lunes, 14 de febrero de 2011

HÉCTOR GRAUERT: "BATLLE FUE UN HOMBRE DE IZQUIERDA, RADICAL Y ANTITOTALITARIO"

     
     El 8 de febrero de 1991 fallecía el Dr. Héctor Grauert. Abogado, electo legislador en forma casi ininterrumpida entre la restauración democrática de 1943 y el quiebre de 1973, varias veces Ministro, su vida personal y política estuvo signada por la trágica muerte -a manos de la policía del perjuro Gabriel Terra- de su hermano Julio César. Luchador batllista de todas las horas, la vuelta a la democracia tras el último paréntesis autoritario le encontraría defendiendo los ideales del partido desde el cargo de edil, llegando a ejercer la presidencia de la Junta Departamental de Montevideo.
     Ofrecemos a continuación un fragmento de una larga entrevista concedida en 1982.


-¿Como comenzó su actividad política?
-La primera vez que actué en público fue en la esquina de Andes y Mercedes, donde hoy se encuentra el Sodre (a media cuadra donde vivía don josé Batlle y Ordoñez). La Casa del Partido Colorado estaba en Andes esquina 18. Allí, actuaba el Comité Universitario de Acción Batllista. En aquel entonces actuaba Fusco, Zubiría, Mauri, Lorenzo Batlle, mi hermano Julio César, Islas y un grupo grande de universitarios que posteriormente tuvieron lúcida actuación partidaria y pública. Junto a estos hombres concurriamos algunos muchachos, que en ese entonces teníamos 15 años. Recuerdo que al organizarse un acto, con motivo de las elecciones allá por el año 1922, hablé en nombre de los jóvenes universitarios de secundaria. Quiere decir que como usted ve, tengo aproximadamente 60 años de vida política. desde ya que a la Convención del Partido, asistí con asiduidad. Recuerdo como una cosa de mayor satisfacción durante el año 1925, que en la Convención por inicitiva de don José Batlle y Ordoñez se discutió el problema de la tierra. Don pepe esa un georgista en lo que se refería a propiedad de la tierra, y en cierto aspecto junto con mi hermano Julio, heredamos el interés por este problema. También recuerdo las famosas Convenciones en el Royal, donde don Pepe doscutía fervorosamente con el Dr. Eduardo Acevedo Alvarez, que era el contradictor en ese tema.
-¿Como actuaba don Pepe?, ¿era un individuo iracundo?
-No, al contrario, era un hombre se una gran serenidad, era un gran razonador. No hablaba ni por impulsos ni pomposamente; todo lo cotrario.
-¿Era simple?
-Era simple sí. Hablaba con una extremada sencillez, y con una gran síntesis.
-¿Esa comunicación de la que hoy tanto se habla, la lograba Batlle?
-¡Como no!. El buscaba la comunicación, pretendía que lo interrumpieran, gustaba de contestar a sus interlocutores, que desde la platea formulaban preguntas u objetaban sus planteos. Sin duda el hombre de más eficiencia que estaba junto a él era don Domingo Arena; también se encontraban Brum, Minelli, Cosio y otras figuras que el tiempo supo perpetuar.
(...)
-¿Que contacto tuvo Ud. con don Pepe?
-Nuestra vinculación era amistosa. Nosotros vivíamos en la calle Andes entre 18 y Colonia, y don Pepe vivía en la calle Mercedes, entre Andes y Florida, , pegado donde está hoy el edificio del Sodre. Y mi padre desde siempre actuó en política, ocupó legislaturas, fue secretario del Comité Departamental y de esta forma siempre estuvo muy vinculado con el partido. Recuerdo otra anécdota allá por el año 1925 donde fuimos los integrantes de un Comité Ejecutivo Colorado a hablar con Batlle, que nos recibió en la sala de redacción de "El Día". En aquel entonces muchos muchachos estaban entusiasmados con Julio maría Sosa, que era un gran orador y un hombre con  indudable carisma, y se perfilaba como una de las figuras de valía del Partido. A decir verdad nosotros veíamos con entusiasmo la figura de Sosa, y entre las cosas que se convesaron se expresó que los jóvenes veíamos con simpatía la candidatura posible del Sr. Sosa. Y ahí fue que surgió que don Pepe nos dijera, sentado en su gigantesca silla, con su voz profunda, que el Sr. Sosa era un hombre con muchas dotes, que valía mucho y que trabajaba dentro del Partido, pero que había que ir despacio. Y fue justamente allí donde nos dijo una frase que para muchos permanece hasta hoy en nuestras mentes: "En política, el que se precipita, se precipita". Esto es interesante porque he visto que se ha dicho que esta frase le pretenece a don Tomás Berreta, cuando en realidad es como le cuento que perteneció a don Pepe. Además otra cosa anecdótica es que mientras expresaba este concepto, con sus dedos índice y medio (figurando ser dos piernas) los hacía correr por su pierna hasta llegar a la rodilla, donde parecían saltar al vacío. De esta forma ilustró aquel pensamiento, que hasta hoy tengo grabado.
La división con el sosimo vino dos años después, Sosa se fue del Batllismo y formó un grupo aparte, constituyendo el Partido por la Tradición.
En reuniones con jóvenes de este tipo junto con Batlle, se hablaba de muchas cosas, del imperialismo, de los Estados Unidos, se hablaba del problema de la libertad política; don Pepe toda su vida fue un férreo defensor de la libertad, luchando contra las satrapías de Santos, y contra toda dictadura. Pero al final de alguna de las reuniones que teníamos el privilegio de asistir, recuerdo que algún joven le preguntó que debíamos hacer precisamente la juventud, que tarea debíamos emprender. Entonces don Pepe nos dijo esto que siempre recuerdo: "Ustedes han visto que cuando eran pequeños y cuando se enfermaban, sus padres llamaban al médico; y viene el médico y pide una toallita y se las pone en la espalda, entonces los ausculta, les vigila la respiración, y según como se encuentren hace una receta para ordenar un medicamento, de manera de poder curarse. Ustedes hagan lo mismo, vayan a los clubes que son los pulmones por donde respira el pueblo, ahí es donde tienen que poner el oído, para sentir las necesidades, y entonces buscar las leyes más justas para curar esas enfermedades, buscando los remedios necesarios para organizar la justicia".
(...)
-¿Que conexión hay entre el pensamiento de Batlle, y la tan conocida democracia social que existe en algunos países europeos?
-En realidad yo le puedo decir que pienso que don Pepe estaba imbuído de los pricipios generales del socialismo, pero del socialismo humanista, no del socialismo que vino después de la revolución del 17, el leninista. Algunas de las ideas de don Pepe, no surgieron como hongos de la nada, sino que surgieron de ese intercambio mundial de ideologías.
-¿Fue un hombre de izquierda?
-Sí, sí, era fundamentalmente un hombre de izquierda.
-¿Era entoces radical?
-Si era muy radical, pero totalmente antitotalitario. Esto es importante porque es uno de los principios que heredó con más firmeza mi hermano Julio César.
(...)

(Fragmento del reportaje realizado por Washington Abdala, semanario "Correo de los viernes", 21 de mayo de 1982)